Encabezado por los populares Pablo Carbonell y Víctor Ullate Roche, el elenco tiene, también, un marcado acento valenciano, ya que a estos nombres se unen el veterano actor alicantino Paco Vidal, la prometedora actriz castellonense Ania Hernández y el polifacético productor, director y actor valenciano Jose Saiz.
Se trata de una adaptación de distintos textos del comediógrafo romano Plauto, que respeta la esencia, ritmo y características de los personajes de los enredos clásicos del autor, pero enfatizando la atemporalidad y universalidad de ciertos comportamientos sociales, al darle la vuelta a algunos estereotipos del teatro grecolatino y hablar de los conceptos de amor, sexualidad, ambición y proyección social tal y como son entendidos hoy en día.
Durante las cinco representaciones realizadas en el incomparable marco del colosal Teatro Romano de Mérida, han sido cerca de diez mil espectadores los que han reído y aplaudido las peripecias de los personajes de este espectáculo. Además, ha recibido grandes elogios, tanto de los profesionales del sector como de la crítica especializada, la cual ha destacado de él la actualidad de su trama, la perfecta simbiosis de lo viejo y lo nuevo, el ritmo de sus escenas, los guiños y homenajes a distintos referentes clásicos del cine y la música y la inmediata y constante conexión con el público.
Tras su impactante estreno nacional, esta producción recorrerá la geografía española con la previsión de convertirse en una de las propuestas más exitosas de la próxima temporada teatral. Aunque se presumía que, tanto por su ADN valenciano como por sus características teatrales, calidad artística y atractivo mediático, estaba destinada a ser uno de los platos fuertes de Sagunt a Escena para este año, “Mercado de amores” no ha sido programada, finalmente, dentro del mismo. No obstante, y afortunadamente, el Festival de Teatro Clásico de Peñíscola acogió finalmente el 22 de julio su primera representación en la Comunitat Valenciana.
“Mercado de amores” supone, pues, una nueva demostración del alto nivel del sector artístico valenciano, el cual, a pesar de la situación crítica por la que está pasando, no deja de apostar por la cultura, el arte y el entretenimiento como elementos vertebradores de la recuperación anímica de una sociedad necesitada de los valores que todo ello aporta. Y, si es capaz de hacerlo riéndose, aunque sea de sí misma y de sus propios defectos, pues mejor que mejor. Que se lo digan, si no, a Plauto.