Teatro

Sala Russafa celebra sus 10 años con la reedición de '7 Reinas'

Tres generaciones de la escena valenciana encarnan ahora a los personajes de la obra presentada en 2011 y escrita por Chema Cardeña

En 2011, Sala Russafa presentó su primer espectáculo, una coproducción con Arden que supuso un éxito de público y crítica. Ahora, la recupera con variaciones en el elenco y puesta en escena para celebrar su décimo aniversario. 

Arrancan las representaciones de 7 Reinas en Sala Russafa. Una década después de su estreno, del 12 de febrero al 14 de marzo, vuelve al escenario este espectáculo cuyo éxito de público obligó a prorrogar las funciones y llevó a ampliar la pieza, presentando 8 Reinas en 2012.

Ahora regresa a la cartelera la versión original, donde siete actores de la escena valenciana de tres generaciones distintas se meten en la piel de siete monarcas, mujeres que ejercieron efectivamente el poder a lo largo de la Historia. Ataviados de traje de chaqueta y sin afeminar su interpretación, estos hombres pasan por la soledad que impone cualquier cargo de alta responsabilidad, sobre todo para quienes están constantemente cuestionadas por su condición de género.

Chema Cardeña, su autor y director del espectáculo, además de uno de sus intérpretes, escogió esta vía para hacer más explícita la injusticia que a lo largo de los siglos ha tenido que soportar la mitad de la población mundial. “En su momento, me pareció mucho más impactante que estos pasajes, con todo lo que implican, los viera el público encarnados por hombres. Pensé que si formaba un elenco femenino, algunos se escudarían en que era una obra ‘para mujeres’. Y una década después, estoy todavía más convencido de que es una manera de darle fuerza al mensaje de la obra”, explica el dramaturgo.

En su opinión, estos años han supuesto una gran evolución social. “Movimientos como el #MeToo o el calado que ha ido adquiriendo el feminismo ha hecho que lo que antes nos parecía normal, ahora nos chirríe. Estamos más receptivos y nos damos cuenta de cantidad de detalles que han ido minando a la mujer en el ámbito laboral y personal desde hace siglos. Pero todavía queda mucho por hacer”, comenta el dramaturgo.

Manu Valls, Saoro Ferre y José Zamit se incorporan a un elenco que recupera a Jerónimo Cornelles, Juan Carlos Garés y Juan Mandli, junto al propio Cardeña, como protagonistas del montaje original. Son los encargados de dar vida a María Estuardo, Catalina La Grande de Rusia, Isabel La Católica, Cristina de Suecia, María Tudor, Juana La Loca y Elizabeth I.

Ficción y realidad conviven en las escenas en que retratan a esta selección de reinas que no fueron consortes, sino que tuvieron que gobernar y defender su trono en un mundo hecho por y para hombres. Momentos íntimos donde el espectador se asoma al alma de cada una de ellas y a los obstáculos que tuvieron que sortear por el simple hecho de ser mujeres.

Emotividad, fuerza y toques de humor forman parte de unos pasajes que va enlazando la música en directo de la mano del bajista David Campillos y la cantante Rebeca Ibáñez, con versiones de canciones que incluyen desde Sylvie Vartan a The Beatles, Abba o The Supremes, entre otros. Y se incorpora a la puesta en escena el componente audiovisual para presentar a cada monarca. Un propuesta poco común que hasta el 14 de marzo permanecerá en cartelera.

Un aniversario agridulce

El regreso de 7 Reinas, primer espectáculo que produjo Sala Russafa en colaboración con Arden, es la manera de celebrar que el centro cultural impulsado por esta compañía valenciana cumple diez años. Aunque en realidad, nació en la cabeza de Juan Carlos Garés y Chema Cardeña hace un cuarto de siglo, cuando empezaron juntos su andadura escénica y soñaban con fundar un espacio de formación y creación, donde programar a otras compañías y crear una oferta cultural abierta a otras disciplinas. Era el germen del teatro de Russafa.

“Echando la vista atrás, te encuentras con que la realidad supera a la fantasía. Nos hemos quitado la espinita, eso es cierto. Pero hay que admitir que nada ha ido por dónde nos imaginábamos. Y que no nos arrepentimos de nada”, afirma entre risas Garés, uno de los cuatro socios fundadores y gerente de Sala Russafa.

Animados por un programa estatal para la creación de una red de teatros de pequeño y mediano formato, Garés, Cardeña, David Campillos y Ángeles Marchirant se embarcaron en el proyecto con la concesión de una ayuda. Pero las consecuencias de la crisis inmobiliaria llegaron en forma de recortes y tres de los cuatro años de subvención prometidos se perdieron.

Ante aquel primer revés, optaron por seguir adelante y los primeros años “fueron terribles, el riesgo económico era enorme y la cantidad de trabajo nos dejaba sin fuerzas”, recuerda Garés. Tanto que pasaron a ser tres los socios de la sala. Aun así, el centro cultural echó a andar con su línea docente, sus residencias creativas, sus coproducciones con Arden y su programación regular teatral, a la que se añaden propuestas musicales, charlas y colaboración con festivales.

Poquito a poco, fue generando un público fiel, un carácter propio. Y en la época en que el equipo empezaba a disfrutar tímidamente del camino andado, cuando se empezaba a plantear cómo celebrar el décimo aniversario, saltó la pandemia. Tras seis meses cerrados, Sala Russafa reabrió sus puertas en septiembre para llevar adelante su décima temporada, renunciando a la mayoría de actos y propuestas con las que querían conmemorar su inauguración, para quedarse únicamente con las representaciones del que fuera su primer espectáculo, 7 Reinas.

“Para mí, este aniversario llega en un momento controvertido. Me da mucha pena por los espectadores. La gente de la periferia no puede venir al teatro y es el 30% de nuestro público. Y al que nos queda en la ciudad, solo podemos ofrecerles el 50% del aforo”,  explica Cardeña, quien considera auténticos protagonistas de las representaciones a quienes ocupan las butacas. “Ahora somos los actores los que miramos emocionados al público. Venir hoy en día al teatro es un acto de verdadera voluntad, de auténtica pasión por las artes escénicas. La gente ha tenido que renunciar a muchas cosas,  viajar, a ver a familiares, a cenar con los amigos… pero al teatro siguen viniendo. Y nunca les estaremos suficientemente agradecidos”, comenta el actor y dramaturgo, quien asegura que ese apoyo les da fuerzas para seguir adelante.  

Chema Cardeña Teatro
Foto de TEA3, autor del artículo

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